Gestión ética de colonias felinas: ¡qué buena ley!
El anteproyecto de Ley de protección y derechos de los Animales presentado el pasado 6 de Octubre en Madrid por la Ministra de Derechos Sociales Ione Belarra y por el Director General de Derechos de los animales muestra la necesaria sensibilidad por los gatos comunitarios. La gestión ética de la población felina se recoge de manera clara desde el título dedicado a las definiciones hasta los últimos capítulos donde se detallan las sanciones. El texto transpira conocimiento, rigor científico y compromiso moral con los tiempos que corren.
Reproducimos en parte el artículo 52:
Artículo 52. Obligaciones de la Administración.
- Corresponde a las entidades locales la gestión ética de los gatos comunitarios, a cuyos efectos deberán desarrollar Programas de Gestión Ética de Colonias Felinas que incluirán, al menos, los siguientes aspectos:
a) Fomentar la colaboración ciudadana para el cuidado de los gatos comunitarios, regulando a través de sus normativas municipales los procedimientos en los que se recogerán derechos y obligaciones de ambas partes.
b) Colaboración con Entidades de Gestión de Colonias Felinas debidamente inscritas en el Registro Nacional de Entidades de Protección Animal de la Dirección General de Derechos de los Animales para la implantación y desarrollo de los Programas de Gestión Ética de Colonias Felinas.
c) Asunción por parte de la entidad local de la responsabilidad de la atención sanitaria de los gatos comunitarios que así lo requieran, contando siempre con los servicios de un profesional veterinario.
d) Establecer protocolos de actuación para casos de colonias felinas en ubicaciones privadas, de forma que se pueda realizar su gestión respetando las mismas especificaciones que en vía pública.
e) Implementar campañas de formación e información a la población de los programas de gestión ética de colonias felinas que se implanten en el municipio.
f) Establecer planes de control poblacional de los gatos comunitarios.
Debemos ocuparnos de los animales. Desde siempre, ellos forman parte de la vida y de la naturaleza. No somos dueños de ellos, no es nuestra decisión tomar medidas contra ellos. Ayudemos a que se encuentren bien entre nosotras.